viernes, 29 de mayo de 2009

Altamira responde a las falacias del juez Manuel Blanco sobre las candidaturas testimoniales


El juez Blanco al dictaminar a favor de las candidaturas testimoniales ha producido algo peor que un mamarrocho jurídico: ha incurrido en una falacia.Pues estás candidaturas no tienen ningún carácter testimonial, son meramente truchas. Al ofrecerse como candidatos a cargos públicos que no van a ocupar, están estafando a la fe pública, porque los lugares que dejarán vacantes será ocupado por desconocidos. Se trata de una acción de lesa democracia. Incluso peor, una extorsión política, porque supone la renuncia del funcionario a su cargo, en caso de ser derrotado. Es una forma perversa de autogolpe por parte de candidatos que ejercen funciones ejecutivas.
Semejante atropello no tiene nada que ver con las candidaturas simultáneas que unos militantes polpulares postularon en una u otra circunstancia, porque ellos no tenían como objeto estafar a la opinión pública, sino reforzar una presencia de oposición política socialista. Un candidato a presidente que se postula al mismo tiempo para diputado, como ha sido alguna vez mi caso, está peleanado dos veces por la representación popular, o sea reforzando el protagonismo representativo; no extorsiona a la ciudadanía, sino que refuerza su disposición de servicio.
El dictamen de Blanco sólo aporta la evidencia la complicidad de la justicia electoral con los fraudes que ha puesto en marcha el partido gobernante.


Jorge, candidato a
Diputado nacional por la Ciudad de Buenos Aires, por el Partido Obrero.




No hay comentarios:

Publicar un comentario